jueves, 28 de agosto de 2008

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La verdad es que no me apetecía nada ir, porque el inmueble quedaba lejísimos, y además la casa era muy vieja, siempre había algo que reparar, y las quejas de los vecinos eran continuadas. Me esperaba una buena queja, y una buena discusión, sin duda. Miré el nombre de la nota: M... Bueno, al menos era una mujer. Eso no quería decir nada, seguro que el marido estaría ahí para que el chorreo aun fuera más grande. Me armé de resignación, y partí a ver que pasaba con el dichoso calentador.

Llegué al inmueble, subí en ascensor al piso y llamé al timbre. Me abrió un hombre de mediana edad. Yo me sorprendí, porque esperaba a una mujer. El me explicó que el piso lo tenía alquilado su hermana, pero que por las mañanas ella trabajaba, y él había ido a esperarme, para contarme el problema. Pasamos a la cocina, y efectivamente, el calentador estaba estropeado. Le dije que el modelo era antiguo (por lo menos tenía 25 años), y que ya veríamos si habría que cambiarlo. Me despedí, llegué a la oficina, y pasé nota a nuestro servicio técnico.mujeres infieles - gordas follando gratis - novias amateurs - maduras cachondas - pollas gordas - porno rubias

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Es algo que debéis probar si tenéis oportunidad; y a las mujeres de esta edad las animo a practicar sexo sin tapujos con hombres jóvenes, y no van a tener ningún rechazo, al menos si se portan como la mujer que va a ser la protagonista de esta historia, de la cual no voy a dar nombre real, ni domicilio. Ella está de acuerdo en que publique nuestra historia, siempre y cuando no trascienda su identidad.

Yo trabajo en una importante empresa inmobiliaria de mi país, después de dejar mi anterior trabajo en la clínica. Me ocupaba de los contactos con los inquilinos. Cobro de recibos a domicilio, partes cuando alguna cosa de la casa se estropeaba y había que arreglarlo, quejas, etc... Un día encontré una nota en mi mesa. Decía que habían llamado de un piso donde el calentador de agua no funcionaba bien, y tenia yo que ir a comprobarlo, y dar parte a nuestro servicio de reparaciones.fotos mujeres desnudas - gordas folladas - jovenes amateurs - porno maduras - gordas desnudas - rubias calientes

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Esto ha pasado este verano, en agosto (para los del hemisferio norte, es verano). La verdad es que este verano ha sido uno de los más calurosos en 100 años, y a mí, pobre, me ha tocado trabajar. Al menos, el calor tuvo su recompensa, en forma de sexo desmesurado y experiencia única. Es verdad que he tenido muchos contactos con mujeres maduras, pero este ha sido especial.

Nunca lo había hecho con una mujer de esta edad, y nunca con una mujer con tanta pasión y ganas de gozar al límite. A partir de aquí, ahora ya me inclino por mujeres de esta edad. De los 50 a los 55, queda un universo de sensualidad y placer para los que nos gustan las mujeres maduras.videos de chicas - gordas cachondas - tetas amateurs - maduras desnudas - gordas follando - rubias com

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- Me dejaste con el culo algo dolorido, así no se hace, debes ser más cuidadoso, si estás en el culo de una mujer es porque ella quiere... así que no te apures y hazla gozar... además tienes una linda verga y muy durita, me comentó en la ducha lo que inflamó mi orgullo machista.

Cuando quise intentar retomar las acciones su respuesta fue: Por hoy creo que fue suficiente... y tuve que cargar con mi equipo y música para casa.mujeres gordas - gordas xxx - contactos amateurs - videos de maduras - gordas gratis - rubias cachondas

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Tomé con mis manos sus caderas, mi vista se nubló, mis movimientos, cargados de fuerza, comencé a mover con intensidad. Mi cadera golpeaba sus nalgas... Suave gritaba ella. Yo ya no oía nada. Cuando Marta vio que era imposible que el joven que la estaba penetrando le hiciera caso, trató de acomodarse para recibirme mejor y para que aquello fuera lo más placentero. Avísame... avísame cuando estés por acabar...

Yo sentía que un calambre comenzaba a subir por mis piernas, mis párpados se cerraban aunque yo quería mantener mis ojos abiertos y guardar todas esas imágenes vividas. Voy a acabar, voy a acabar, comencé a gritar... ella llevó su mano hacia la vagina, y empezó acariciar su clítoris. Me afirmé en las caderas y profundicé la penetración. La leche comenzó a llenar el interior de Marta... ella gritó primero por mi acción, que le dolió y luego porque comenzó a tener un intenso orgasmo.maduras espanolas - porno de jovencitas - colegialas desvirgadas - mujeres calientes - tetas bonitas - videos de colegialas

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Cógeme, ¡cógeme por favor! Pidiéndome esto se puso boca arriba en la cama, separó sus piernas, con sus manos mostraba el lugar en el que me pedía yo estuviera. Me acomodé y, con facilidad, me hundí en su vulva jugosa y hambrienta en eso Mirta me besó y la miró desafiante... La conversación pasó al sexo y le conté alguna de mis fantasías, que prometió ayudarme a cumplir si guardaba comportamiento ante la gente y no le comentaba a mis amigos. A la conversación se unieron caricias que generaron la respuesta nuevamente de mi verga. Ella tomó del cajón de una mesita junto al sillón un tubo con pomada, y untó mi pija con suma prolijidad y repitió la maniobra en su culo (yo la ayudé con sumo placer). Se puso de rodillas en el sillón y apoyando sus manos en el respaldo me invitó a hundirme por atrás. No lo dudé ni un minuto.

Ella pidió que lo hiciera con suavidad, que me deseaba, pero quería disfrutar la penetración y la dilatación de su culo. Así lo hice, o lo intenté, y fue una de las mejores culeadas de mi vida, también fue la primera. La sensación de forzar el esfínter, el roce a pesar de la pomada, el calor que abrazaba mi pene dentro de la cavidad, me hacían sentir cosas absolutamente nuevas, que ni imaginaba. Ella fue guiándome, indicando cuando tenía que presionar, cuando quedarme quieto, movía sus caderas en círculos buscando una mejor dilatación. Poco a poco, fuimos logrando que la penetración sea casi total. - Ahora, ahora si... con suavidad, empieza a moverte... No lo dudé, comencé a mover, como tantas veces lo había visto en películas porno. Pero el deseo, la inexperiencia me llevaron a intensificar el movimiento.fotos maduras gratis - sexo con jovencitas - porno colegialas - chicas guapas - tetas perfectas - videos colegialas

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Mi pantalón cayó junto con el calzoncillo, rápidamente ella se agachó y me ayudó a deshacerme de las molestas prendas, al pasar junto a mi verga dura, que la llamaba a gritos, la rozó con la cara y los senos. Su vestido quedó definitivamente en el suelo. Ante mí se descubrió por primera vez totalmente desnudo, sus senos pedían ser besados, acariciados, pellizcados. De la mano me llevó al dormitorio donde los besos se hicieron más intensos, profundos, íntimos. Yo tocaba y besaba con torpeza, y ella trataba de calmar mi urgencia, mis ansias, guiándome con sus indicaciones. Llevó a mi boca una de sus tetas y me indicó como besarla, chuparla... su reacción daba cuenta que yo era un buen alumno, muy aplicado y que rápidamente aprendía. Se subió sobre mi cuerpo, con una mano tomó la enhiesta verga y la llevó a su boca.

Lentamente se acomodó y puso su vagina a la altura de mi boca. Era la primera vez que delante de mis ojos, en vivo, se mostraba esa obra de la naturaleza. Ella llenó de saliva el pene, facilitando la caricia de su mano, su boca rodeó el rojo e hinchado glande. Su lengua lo tocó, primero en la ranura superior, luego en los costados. La caricia continuó ahora lentamente acariciando la vibrante verga. Su boca dio cabida al instrumento que su mano acariciaba insistentemente. La caricia se fue haciendo con poco a poco más intensa. Mi boca intentó devolver el inmenso placer que ella me daba. Mi torpeza, ansiedad y falta de experiencia era notoria. Ella dejaba momentáneamente la succión para instruirme en como y en que debía hacer. A medida que los besos y las caricias se prolongaban en el tiempo, la experiencia me llevaba a devolver el placer que estaba recibiendo. Nos lamíamos con fruición, encontré su clítoris y el cuerpo de Marta comenzó a vibrar.relatos maduras - videos gratis jovencitas - colegialas xxx - fotos de mujeres desnudas - mejores tetas - fotos colegialas

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Busqué uno de los temas que la noche anterior ambas hermanas habían insistido que pusiera. Música lenta, suave, ideal como para que dos cuerpos se encuentren y empezó el baile. Sentía su perfume, sus brazos me apretaban, sus manos acariciaban mi pelo y sus caderas y piernas me rozaban, generando la respuesta correspondiente de mi verga. Es lindo bailar así tranquilos, ¿no? dijo en mi oído. Si me encanta, fue mi respuesta y tomando coraje la besé en el cuello. Ella respondió inclinando la cabeza para que pudiera besarla mejor, y con un suspiro me apretó contra sí.

Mi verga pugnaba por salir del jeans, cuando una de sus manos franqueó la barrera de la remera y se posó en mi espalda. De allí en más las cosas fueron sucediendo de modo natural, sin palabras, ambos sabíamos que queríamos, ella lo tenía muy claro. Su lengua buscó la mía e inundó mi boca. En forma experta sus movimientos me fueron guiando y pronto el beso fue más y más intenso. La dureza bajo mis pantalones ya casi me dolía. Su mano en mi espalda, rozaba con extrema suavidad mi piel y casi me hacía erizar. Los botones de su vestido, uno a uno, fueron siendo desprendidos hasta que éste quedó completamente abierto, no llevaba ropa interior, - te esperaba fueron sus palabras ante la pregunta de mis ojos. Me quitó la remera, sentí contra mi pecho sus duros senos, los pezones eran firmes diamantes rojo oscuro. Los sentía como dardos pinchando mi piel, mis manos buscaron sus nalgas, como tantas veces en nuestro jueguito, pero esta vez no las asieron con fuerza.videos maduras gratis - fotos de jovencitas desnudas - colegialas cachondas - tetas grandes - tetas grandes gratis - fotos de colegialas

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Cuando llegó el día de la fiesta, llegué a la casa de Marta con mi pequeño equipo de audio y algo de música que había seleccionado para la ocasión, a pedido de Marta. Ella y su hermana Mirta (físicamente muy parecidas), trabajaban para dejar pronto los últimos detalles, mientras el esposo de Marta se duchaba. El tema es que dispuse mis cosas, comenzaron a llegar parientes y amigos y se hizo una reunión muy amena, para los adultos, porque los niños estaban poco menos que encerrados en un cuarto jugando, quizás también para ellos la fiesta estuvo divertida ya que los dejaron jugar libremente.

Más de una vez, Marta y Mirta, me sacaron a bailar y yo me sentía un poco tímido, pero ambas parecían deleitarse apretándome, rozando su cuerpo contra el mío, tocándome como al descuido y hablando con doble sentido cada vez que se me acercaban. Cuando por fin la reunión terminó, ya de madrugada, me puse a recoger mis cosas para llevarlas nuevamente a casa. Marta se me acercó y me dijo que dejara todo así, que fuera a descansar que al otro día ella me ayudaría a llevar todo, tras lo cual me agradeció la ayuda con un beso en la mejilla y una disimulada palmadita en la cola. Mirta, puso cara seria, se acercó a mí y me dijo que ella me agradecía la ayuda, los bailes y la música. Después de lo cual, sosteniendo mi cara con las manos, me plantó un suave beso en la boca, luego miró con cara de desafío a la hermana (eso me pareció). Vale aclarar que a esa altura, que el esposo de Marta dijo: tranquilos.videos putas gratis - porno de colegialas - gordas peludas - jovencitas desnudas gratis - sexo porno gratis - videos sexo gratis

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Mi gusto por la música era conocido entre los vecinos de mi edificio, aunque no siempre compartido. Por ello, algunas veces me invitaban a los cumpleaños o reuniones, donde yo me daba el gusto de ser Disc-jockey. Fue así que Marta, la vecina cuyo apartamento estaba al fondo del pasillo, me pidió si no podía ir a pasar música en el cumpleaños de su pequeño hijo Juan, quien cumpliría ese fin de semana cuatro años.

Marta tenía fama en el barrio de ser muy puta, era delgada, no muy linda, con senos y cola, medianos, paraditos y turgentes ambos. Movido por su fama y cierto grado de confianza que ella me permitió, manteníamos un juego de manos. Nos pegábamos en la cola cada vez que nos cruzábamos en general en el pasillo del edificio. Fue ella la que comenzó este juego y ninguno de los dos lo hacíamos cuando alguien podría vernos. Era una especie de acuerdo tácito, que ambos respetábamos. Al principio eran golpecitos suaves, que como si fueran sorpresivos nos dábamos. Con el paso del tiempo se convirtieron en caricias, algo torpes, de mi parte, que ella recibía sin quejas. Mi mano cada vez buscaba más su entrepierna, más que golpearle en las nalgas.madres putas - colegialas ardientes - super gordas - jovencitas guarras - contactos sexo gratis - sexo oral

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Lo juro, Lo juro, gritaba a todo pulmón, pero acábate de una vez, ¡Por favor! Yo acabé y el alarido esa vez fue sólo mío. Sentí el chorro de leche inundando su recto. Suavemente, aún gozando, la retiré de su orificio y ella se abalanzó hacia la rígida estaca para beber todo el jugo remanente y dejármela inmaculada. Yo la veía aún sin poder creerlo. ¡La amiga de mi madre!, allí, en posición de perra, desesperada por beber mi leche. ¡Era una puta sedienta de mis jugos! ¡Era mi puta! Tardamos un rato en recuperarnos. Pero de sólo mirarla me excitaba y volvía follarla. No sé cuántas veces lo hicimos hasta que el sueño y el cansancio nos vencieron. La calentura fue tal que aún antes de salir, ya duchados y vestidos, volví a follarla levantando su falda y apartando el hilito de su tanguita con mis dedos.

Después de aquella noche, no perdimos jamás el contacto. Ella se ha casado nuevamente con un viejo que... ¡pobre!, es buen tipo, y hasta me da lástima ver cómo cree que su esposa es una Señora cuando en realidad ha cumplido fielmente su juramento de ser mi puta particular. Muchas veces la he follado con su marido durmiendo en la habitación contigua.putas gratis - fotos de colegialas desnudas - sexo con gordas - lolitas jovencitas - sexo cam gratis - fotos de sexo

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Eso. Fóllame, fóllame con dos pollas, decía fuera de sí.

Yo quité mi pija de su coño y de un golpe le partí en dos el culo. Ahora sí era la revancha. Por todas esas pajas. Por todos esos años. Ella gritaba de placer.


Acábate, acábate en mi culo. Lléname con tu leche y déjame beber el resto.
Y yo le decía:No lo haré, putita, a menos que me jures que serás para siempre esclava de mi polla. Y si te vuelves a casar, le pondrás los cuernos al infeliz y lo besarás aún con el gusto de mi leche en tu garganta.putas follando - videos gratis de colegialas - videos gratis de gordas - videos gratis de jovencitas - galerias sexo gratis - fotos sexo

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Detuve el auto en el cuarto, y la conduje dentro tomada de la cintura y sin dejar de besarla. Al entrar, cerré la puerta a mis espaldas y me apoyé sobre ella. Con mis brazos la invité a hincarse para que siguiera chupándomela. Verla así, a mis pies, mamándome el miembro como una puta sedienta me puso a mil. Yo la observaba, le acariciaba la cabeza y le decía:

Eso mamita, chúpamela bien. Vas a ser mi putita personal. Hasta te pagaré por tu trabajo.lesbianas guarras - tetas mas grandes - relatos lesbianas - rubias folladas - jovencitas calientes - putas gordas

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Ella se excitaba cada vez más. Cuando sintió que estaba yo ya cerca del fin, retiró sus labios. Se levantó y caminó por el cuarto para coger la primera botella de champagne que encontró. Sin decir palabra, me la alargó para que la descorchara, cosa que yo hice. Luego la tomó por el pico y bebió un largo trago mientras yo la desvestía a mi placer. Y mi placer consistió en sacarle todo, dejándola solo con su minúscula tanguita, zapatos y un collar de oro en su garganta. Había soñado tenerla así mucho tiempo. Ahora iba a gozarlo. Ella se percató de mi deseo y caminó lentamente por la habitación para que yo pudiera follarla con los ojos. Desnuda era maravillosa. Yo habría asumido sin dramas los defectos que suponía tendría a los 51 años. Pero parecía de treinta y pico. Senos parados, culo erguido, piernas duras y lisas. Esta vez ella se apoyó de espaldas a la pared. Recogió una pierna y también la apoyó. Era una invitación a lengüetear su coño. Me arrodillé, y comencé a lamerlo con pasión. Sus jugos caían a mares e inundaban mi garganta. Mis manos apretaban sus nalgas y ella, entre orgasmo y orgasmo, apagaba su sed con champagne bebiéndolo directamente de la botella.

No sé cuántas veces habrá acabado. Pero fueron muchas y ese era mi objetivo. Quería que se sintiera más follada que nunca antes. Me incorporé y la puse en cuatro patas sobre la cama. Mi polla estaba gigantesca. Ya de por sí mi instrumento es grande, pero confieso que hasta a mí me impresionó su tamaño. Me dolía por la tensión de la piel. La penetré de golpe y con furia. Ella lanzó un alarido de placer que me asustó un poco. Y con sólo ese acto tuvo un orgasmo... La bombeaba con fuerza a veces y me detenía otras para acariciar sus senos o besarla en el cuello y boca. Mis manos jugaban con su culito embadurnándolo con sus propios jugos para lubricarla. Sin quitar mi polla de su raja, la penetré por el culo con dos de mis dedos. Ella volvió a gritar.videos porno de lesbianas - fotos de tetas grandes - lesbianas famosas - fotos rubias - chicas jovencitas - negras gordas

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Fuimos a un lugar muy agradable, con terrazas al aire libre que permitían gozar del excelente clima reinante. La música era fuerte y de ritmo rápido, por lo que nos sentamos y seguimos nuestra charla mientras bebíamos unas copas. Cuando la música cambió a cumbia la invité a bailar. Primero separados, pude apreciar a la distancia el cuerpazo que iba a ser mío en cuestión de un par de horas más. Mi erección fue instantánea de sólo pensarlo. Así que la tomé de la cintura y apoyé mi instrumento contra su cuerpo para que ella lo notara. La reacción fue silenciosa, pero instantánea. Sus manos se colgaron de mi cuello y mis manos empezaron a dibujar círculos en su culito. No bailamos mucho. La situación empezaba a desencadenarse. Sin decir palabra, la tomé de la mano y la llevé al auto de regreso. Arranqué y conduje directamente con rumbo al motel más cercano. Y en el viaje ya pude empezar lo que siempre había deseado: empecé a acariciar sus piernas y a colarme bajo sus faldas con destino a sus braguitas. Estaba muy mojada. Ella me dejó tan solo tocarlas, pero enseguida sacó mi mano, se agachó sobre mí y sacando mi polla erguida empezó a chuparla.lesbianas calientes - videos tetas - videos lesbianas gratis - videos rubias - videos de jovencitas - videos de gordas

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¿Sabés una cosa? Siempre quise invitarte a bailar.

Aunque no lo parezca, esa invitación era un avance hacia terrenos más íntimos. En la penumbra de una discoteca, con música de fondo y entre tragos, tenía yo la habilidad de follarme hasta a un muerto. Segundos largos como siglos demoraron su respuesta. Pero al fin contestó, luego de consultar su reloj.


Me encantaría.videos porno lesbianas - tetas naturales - videos de lesbianas gratis - rubias follando - videos jovencitas - videos gordas

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En rigor de verdad le mentí un poco. Le dije que esa noche tenía una cena a la que se suponía debía ir acompañado, pero dado que mi esposa estaba muy lejos, había pensado que quizás ella quisiera ser mi pareja. De paso podríamos charlar de tiempos pasados. La recogí a las 21 y mi sorpresa al verla fue mayúscula: a los 52 años estaba más buena que nunca. Su cuerpo no había cambiado nada. Estaba bien cuidado. Mucha gimnasia y pocos excesos. Lucía un vestido negro ajustadísimo de falda a la rodilla, medias negras que acentuaban sus siempre excelentes piernas y zapatos negros de taco altísimo. Había cortado su cabello negro a la altura de los hombros y su maquillaje resaltaba, como siempre, sus ojos redondos. Tuve que esforzarme en el auto para vencer la tentación de acariciarle las piernas cuando ella las cruzó mientras recorríamos el camino al restaurant que había elegido. Era un lugar muy bien puesto en las afueras de la ciudad. A esa hora solo estaba lleno de parejas mayores y grupos de hombres o mujeres celebrando su encuentro social semanal.

¿No era una fiesta?, me dijo tan solo al entrar cuando notó que no había ninguna a la vista. Yo sonreí. Lo es, le contesté. Es solo que nosotros somos los únicos invitados. Ella me devolvió la sonrisa y simplemente se sentó cuando aparté caballerosamente la silla para que lo hiciera. Fue una cena bárbara. Hablamos de todo un poco y regamos nuestra charla con abundante vino, detalle que intencionalmente cuidé que no fallara. Nos contamos nuestras vidas y verdaderamente la disfrutamos. Pero todo acaba. Ya los postres habían pasado y era hora de partir. Y en toda la velada yo no había dado ni un solo atisbo de mis verdaderas intenciones. Una vez sentados dentro del automóvil, y antes de arrancar el motor, me dije: ahora ó nunca. Me recosté en el asiento abandonando la llave de ignición mientras sentía su mirada puesta en mí y en total silencio. La miré, y le dije:fotos tetonas gratis - mujeres amateurs - morenas desnudas gratis - videos caseros largos - peliculas lesbianas - videos gratis tetonas

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La verdad es que dudo que lo dijera con alguna intención oculta. También dudo que supiera que al decirlo me clavaba un puñal en el corazón. Lo cierto es que yo la vi más hermosa que nunca y mi calentura se disparó al infinito. Cinco años más tarde me enteré que se había divorciado y mi esperanza renació. Pero para entonces la vida había cambiado. Yo ya era hombre casado y además ya era comandante de una fracción de las Fuerzas Especiales. En este mundo de mierda donde las guerras sobran, me la pasaba en el extranjero, ora como combatiente, ora como observador militar. Ya no era tampoco un niño calentón. También en la cama había tenido mis batallas y Marta se había transformado en un deseo incumplido y asumido. Pero unos años más tarde, la vida me encontró en la casa de mis padres por un trámite de varios días que debía realizar en mi ciudad natal.

Curioseando en la biblioteca, encontré sin querer la agenda de mi madre y automáticamente no pude evitar verificar si la dirección de Marta estaba allí. Y estaba. Claro que estaba. Mi cerebro automáticamente elucubró un plan. Al otro día la llamé. Mi voz sonaba muy segura lo cual no me sorprendió, era lógico, ¿no creen? Tuve la suerte de que ella misma atendiera, porque después me enteré que vivía con su hija y yo no quería motivar las preguntas que cualquier hija sin padre haría preguntas a su madre acerca del desconocido que la había invitado a cenar. Por supuesto que ella aceptó verme. ¡Hacía tanto tiempo! Pero por otra parte, no era descabellado pensar que, si la invitaba a salir, ella imaginaría mis intenciones de follármela. Quedé en pasarla a buscar por su casa esa misma noche. Y solo le puse una condición: Ponete linda.sexo tetonas - fotos amateurs gratis - porno morenas - videos amateur caseros - fotos gratis de lesbianas - viejas tetonas

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En otra ocasión me invitó a ir al cine. Yo no lo podía creer. Era una película prohibida. Pero yo la arruiné. Cuando terminó la película, la acompañé a su departamento y ella me invitó a subir. Dudo mucho que lo hiciera por sexo, pero al menos era una buena oportunidad para que yo lo intentara. De todas formas me dio tanto miedo que argumenté que era muy tarde y rechacé la oferta. Bueno. La cosa siguió así. Ella me calentaba y yo me pajeaba. Hasta que llegó el final. Mi madre se recibió y ella lo hizo unos meses después. Ya no había causa para tenerla cerca y dejé de verla. Ese año ingresé a la Academia Naval. Eso significaba que tendría menos tiempo para pensar en Marta, pero cada tanto, cuando la soledad me invadía, recurría sistemáticamente a su recuerdo. Un día me enteré por mi madre que se había vuelto a casar. Me insulté por ser tan idiota: si antes había sido difícil, ahora sería poco menos que imposible. Un par de años más tarde supe que había tenido una hija. Me enteré porque la encontré en la calle empujando un cochecito de bebé. Yo caminaba de uniforme y ella al verme exclamó: Acá viene el más lindo hombre que jamás vi.tias tetonas - amateurs follando - morenas folladas - videos caseros parejas - fotos lesbianas gratis - tetonas pilladas

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Con el correr de los meses, empecé a tratar más a Marta. Muchas veces ella se quedaba en mi casa estudiando hasta altas horas de la noche y muchas de esas noches directamente dormía en el cuarto de huéspedes. Cuando eso sucedía me asaltaba la fantasía de penetrar en su cuarto y tomarla por la fuerza. Pero claro, jamás lo hice. De a poco fui enterándome de cosas. Ella era separada. Había tenido un mal matrimonio con un tipo que resultó ser un hampón y que terminó sus días en prisión. Desde entonces vivía sola y no tenía novio aunque, sin dudas, no era nada parecido a la virgen María. Aún así seguía siendo inalcanzable.

Durante el verano, tenían la costumbre de estudiar en el parque, junto a la piscina. Eran para mí los peores momentos. A cada rato la cruzaba por la casa enfundada en un minúsculo bikini y usando sandalias de altísimos tacos que resaltaban más sus torneadas piernas y realzaban la redondez de su culo. A esa altura ya teníamos mucha confianza. Solía decirme cosas como: Qué precioso que sos, ó Cuántas chicas estarán muertas con vos. A mí me volvía loco. Créanme que era una verdadera tortura. Una vez mi madre la invitó a cenar con una pareja ocasional que oficiaba como su novio. Fue espantoso. Era un individuo semi calvo, mayor que ella, casi esquelético, con gafas y mal vestido. Creo que era filósofo o algo por el estilo. En fin, de cualquier forma me pareció un individuo patético que no cuajaba con la espectacular potra que era Marta. Ella debió darse cuenta en algún momento y lo mandó pronto a pasear.fotos tetonas - videos amateurs - videos gratis de morenas - videos porno caseros - lesbianas desnudas - porno tetonas